No es lo que quiero, pero lo quiero ya!

En la ciudad

La película “En la ciudad” del catalongués Cesc Gay c’est fantastic. Hace mucho yaqueyó no veia tele, hacía másque no véia na peli, llel domingo rompí (ko) con eso. Y es que hay que verla, pa mirarse auno mismo, pa ensimismarse, pa enmimismarme la miré…

¿Qué tanto podría decir para no caer nesos lugares comunes en los que se cae siempre que se camina con los ojos vendados?

Bueno, a ver: Uno que se mete con lalumna, y senamora, otro ques engañado y no reacciona, otra quengaña con una mujer y aborta (duda ética: si la súa mujer métese con otra mujer, ¿sentiráse engañado usté?, io gozária… pero n barcelonés las cosas son diferentes, como acá y la gente igual) lagañas, lamentirosa-mentosa que no tiene pero inventa (la odié), y mil diálogos conun acabado tan fino y delicado, todo un chiche, Chiche. (Explico la súltimas dosalabras por puro piacere, si de eso se trata esto: chiche sustantivo, y chiche vocativo… sha tá)

La mentirosa

Así se ve la mentirosa, ¡odienla!

La peli dándose así va como que no quiere la cosa, y tace sentir mil a mil a miel, la miel, un dulcecito-ito-ito, tío querido: al terminar sentís quequerésque no termine quequerésque siga quequerésque no se acabe, y se acaba paque te levantes del piso, si nel pisostabas, o del sofá sistabas nun sofá, o de la butaca si fuiste al cine -acá nel cine no pasan estas cosas no, pasan otras peores pasan-, ysalísy sabés (ko)que la peli sigue, porquesa, nespeciale saés la vida misma pues, querido samigos.

Y yo no quiero eso no, no no, no quiero una relación, ni una familia, pero si, y divertirme y jurar que no quiero lo que quiero, o que lo quiero pero no se da, como quequieroque la vida me pase al costadito quieroque o que no, al menos esa vida no, porque alguna vez amé y ahora no, y digo que noquiero cuando tal vez quiera… ahora, hago pipí culpa, meo culpa, orino culpa y comento queséque las cosas noson-oson así, pero unno nunca decide (léalo por favor con el ritmo correcto), y hay mucha leyde Merfi suelta, y mucha incongruencia (si no me cree, ¿qué hace leyendo esto que hace y no su trabajo?), y mucha desrealidad mucha.

Pero la peli es muy buena, cosas se sienten cosas, y personajes que son sus amigos, quesuno mismo nomás, y te dan ganas dacer cursosacelerados por correspondencia o en vivo o en diferido para ser un prosor de castellano o de matemáticas ser, así freaky freaky y patambúm namorarse duna alumna, o ganas te dande partirle la cara a tu pareja o a tu ex, y como na vida mesma seguro que tenamorás dunalumna o le partis la cara a tu pareja, y ahí se pudre todo, porqueso pasa (no) pasa na película y na vida real llevante preso por cualquiera de ambas nimiedades, (desafíeme, pruebe y mañana compro eldiario)… ¡No, no es lo que quiero, pero lo quiero ya!

El profe

Y este se nos enamora de lalumna

Bueno, yo, peronoyo, mi otróyo vivió 18 meses con una mujer y fui felizinfeliz pero sumamente humano, o sea fantastic: lamé, lámomucho… volviendo hay perlitas na peli que llévante inevitablemente hasta ese lugar y siéntese un techaga’u muy muy muy techaga’uchesco, y pega y se quiere y no se quiere, se recuerda y es eso… entra de una la peli, con todo y paque lamor se goce, véala.

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