Hoy día (durante la tarde) trajeron un sofá nuevo a la oficina, un sofá de cuero medio rojizo.
Dijeron, socarronamente, que era para que yo pudiera dormir más comodamente, como si yo realmente disfrutara quedándome infinitas horas frente a mil números sin recobrar mi libertad.
No saben nada.
Nada. Pero esta noche pienso quedarme, es que el sofá es precioso y se ve muy cómodo, además ¿qué son horas sin libertad cuando tengo los números para volar con ellos en mis sueños?. Llega tarde pero llega la estabilidad. (Súplica: Que no me tome)
No hay comentarios:
Publicar un comentario